El miedo.

¡¡Hola!! es la primera vez que hago una entrada en un blog así que si fallo en algo, espero que me lo perdoneis. Me gustaría hablar del miedo y compartir esa sensación con vosotros. ¿Cuántas veces al día se puede sentir? ¿Cuántas veces se nos ha acelerado incontroladamente el corazón? Y cuando digo incontroladamente, me refiero a taquicardia, nerviosismo, angustia y no a la sensación de amor, a la que el corazón también llama. Hay tantos miedos como tipos de enfermedades en el mundo, (millones). Miedos simples y tontos. Miedos dolorosos. Miedos que no cesan y llaman a tu puerta día tras día. Es increíble como se apodera de tí este sentimiento y te ciega, increíble. ¿Es acaso el miedo dueño de la mayoría de nuestros actos?, ¿Prevalece el miedo ante el amor, el cariño o la sensación de tranquilidad absoluta?. Todo desemboca en la actitud, y acto seguido diríamos que en la educación. Una persona que padece malos tratos, sufre miedo constante. Un conductor novato, tiene miedo a la hora de aparcar el coche en un espacio limitado. Un niño del tercer mundo, en una barca y con un océano por delante, sufre miedo. Una niña pequeña, tiene miedo de que no le salga la cuenta de sumar y borra el lápiz apretado, dejándo ver la marca de todos los intentos. Borra una y otra vez, pero siempre acaba saliéndole lo mismo. Es el miedo, la inseguridad que a él va ligada, la que le hace coger esa goma y no confiar. Aprender a dominar el miedo nos haría crecer.

 Al rechazo, al fracaso, miedo a tantas cosas....que si los miedos se convirtiesen en “amores”, la felicidad aumentaría en un 25 % mínimo.